miércoles, 5 de noviembre de 2008

LA CREATIVIDAD

LA CREATIVIDAD

La investigación de la creatividad adquirió importancia a partir de 1950, gracias a la publicación del psicólogo americano Guilford, investigación que abordo los diversos factores parciales de la inteligencia; de los cuales el concepto básico fue que “el pensamiento creador no es tan solo la aplicación de las leyes lógicas o la realización de experimentos. La lógica, la experiencia y el ensayo experimental son, desde luego, electos esenciales del pensamiento creador. Pero la creatividad es algo más”.
Esta afirmación condujo a otros autores a imitarlo y a continuarlo con el estudio de la creatividad.
Definición de creatividad: desde la perspectiva etimológica, la creatividad proviene del latín “creare”, lo cual quiere decir “producir”. De esta forma se puede decir que la creatividad es la acción de producir una cosa que no existía (García-Pelayo y Gross, 1986).
Creatividad, capacidad de inventar algo nuevo, de relacionar algo conocido de forma innovadora o de apartarse de los esquemas de pensamiento y conducta habituales.
Creatividad, generar ideas u objetos novedosos y originales, valorados socialmente. Es considerada por algunos psicólogos como un aspecto de la inteligencia. El concepto de Guilford de “pensamiento divergente” es un ejemplo de creatividad.
En psicología, se le atribuyen los siguientes atributos: originalidad (considerar las cosas o relaciones bajo un nuevo ángulo), flexibilidad (utilizar de forma inusual pero razonable los objetos), sensibilidad (detectar problemas o relaciones hasta entonces ignoradas), fluidez (apartarse de los esquemas mentales rígidos) e inconformismo (desarrollar ideas razonables en contra de la corriente social).

Pero aunque esta definición sea aceptada por muchas personas, no significa la única dada a lo largo de la historia. Las aproximaciones desde donde surgen tantas definiciones de la creatividad como lo menciona Penagos (2000) “provienen de aquellas que la denominan como una característica de la persona, como un proceso, o bien como un sinónimo de una capacidad extraordinaria de resolución de problemas” en donde el problema es “una situación en la que se intenta alcanzar un objetivo y se hace necesario encontrar un medio para conseguirlo” (Aluni y Penagos 2000).

Teorías de la creatividad.
Cuando se habla de la creatividad, se habla de una interminable lista de aproximaciones, debido a que no existe una sola definición que diga que es en concreto la creatividad.
Las teorías que hablan sobre la creatividad, son específicas o generales en donde, las teorías específicas solo son válidas para ciertos campos particulares y las teorías generales tienden a individualizar los mecanismos comunes que ocurren en cada proceso de la creatividad.
Freud (1908), el anhelo de la persona creativa de descubrir lo desconocido “podría remontarse a esa curiosidad por las cosas sexuales que empieza el tercer año de vida”. Freud se interesó casi exclusivamente en la importancia de la motivación en la creatividad y no en lo que realmente es la creatividad.
Arieti (1993), describe a la creatividad como “uno de los medios que tiene el ser humano para liberarse de los grilletes no solo de sus respuestas condicionadas, si no también de sus elecciones habituales”.

Dentro de las teorías generales que se refieren al proceso creador:
Joseph Wallas (1926), dividió el proceso creador en cuatro etapas que son la preparación, en esta etapa la persona va a realizar todo el trabajo preliminar, la etapa de incubación, se refiere al tiempo que pasa entre la etapa de preparación y la de la iluminación. Esta última se hace presente cuando la persona encuentra la solución al problema y por ultimo se presenta la etapa de verificación que es la culminación de este proceso creador.
Rossman (1931), extendió las cuatro etapas y las convirtió en siete: observación de una necesidad, análisis de la necesidad, revisión de toda la información disponible, formulación de todas las soluciones objetivas, análisis crítico de estas soluciones, nacimiento de la idea nueva y la experimentación para probar la solución más prometedora.

Estudios posteriores mostraron mayores avances en cuanto al proceso creador y buscaron definir la personalidad del individuo creador.
Maslow (1972), “son personas que se auto realizan, no muy distintas de personas que pasan por experiencias pico, estas ultimas son momentos profundos que cambian a la persona y su apreciación del mundo”.
Rodríguez (1997), “la creatividad no es una habilidad perfectamente ubicada en alguna parte del perfil psicológico de la persona si no una actitud ante la vida; una proyección de los dinamismos mas profundos que rigen a una persona”.

Es por ello que se puede decir que la creatividad no es un concepto que se encuentra de igual forma en todos los individuos, ya que, esta actividad se presenta en forma variada en las personas, mostrando así que la idea de “un tipo único de creatividad es tan solo un mito” (Gardner, 1995).

FASES DEL PROCESO CREATIVO

. El proceso creativo casi siempre implica lo siguiente:
· El cuestionamiento. El primer paso consiste en percibir algo como problema, en tomar distancia de la realidad para distinguir un poder ser. Es fruto de la inquietud intelectual, de la curiosidad bien encauzada, de interés cultivado, de hábitos de reflexión, de capacidad para percibir más allá de lo que las superficies y apariencias nos ofrecen.
· Acopio de datos. “El que tiene imaginación sin instrucción, tiene alas pero no tiene pies” dice J. Joubert. Una vez instalada la inquietud en la mente del sujeto, este tiene que salir al campo de los hechos. Esta es la etapa de las observaciones, lecturas, viajes, experimentos y conversaciones con personas conocedoras del tema. El creador potencial necesita procurarse el mejor material para que la mente trabaje sobre terreno sólido y fértil.
· Incubación e iluminación. Estas dos etapas están tan relacionadas que hay que considerarlas juntas. A veces la luz llega cuando el sujeto ni siquiera pensaba en el tema. Curiosamente se pasa a través de un proceso dialéctico con momentos de tensión y distensión, y el punto culminante tiende a coincidir con la fase distensiva. Aunque también sucede que en la incubación lo que aparentemente queda fuera de la conciencia en determinados periodos se ha seguido meditando al margen. Diríamos que se sigue viendo con el rabo del ojo, así como que hay un ir y venir del pensamiento al sentimiento.
Distensión
Concentración
Distensión
Concentración
· Elaboración. Este es el paso de la idea a la realidad externa; el puente de la esfera mental a la esfera física o social. Suele ser trabajo de tecnología, de relaciones humanas, de disciplina, y también de nueva creatividad. Llega a darse el caso de que llevar a la obra una idea brillante requiere más creatividad que haberla pensado. Quizá esto sea uno de los aspectos más interesantes de la creatividad, que requiere, en su primera fase, un proceso de distanciamiento de la realidad en la reflexión, pero también volver a la realidad objetiva en la fase de acopio de datos, luego, nuevamente aventurarse por el mundo de las ideas y de la fantasía (en la incubación), para finalmente terminar todo o “aterrizar” otra vez en el diálogo intenso e íntimo con la realidad.
· Comunicación. Cuando un niño ha construido o dibujado algo, es normal que acuda a mostrarlo a su madre. Esta reacción natural indica que el proceso creativo necesita aún concluir. Si la esencia de la creatividad es lo nuevo junto con lo valioso, este logro debe darse a conocer. Así se cierra un ciclo que empezó con una inquietud, con una admiración y con una pregunta, es decir, con un cuestionamiento. Este punto inicial y motor de la creatividad habla con elocuencia de saber preguntar: ¿cómo?, ¿por qué no?; y de la importancia de pensar habitualmente que todo puede ser mejorado en alguna forma. Ya Sócrates había descubierto el poder creativo de la pregunta para fecundar los espíritus, y cultivó magistralmente el arte de formularla. Todavía hoy, después de 2300 años, nos referimos al método socrático o mayéutica como uno de los puntales de la educación tanto de niños como de adultos.

Algunos autores distinguen en el proceso creativo fases diferentes de las señaladas anteriormente. La Enciclopedia Británica distingue cuatro: preparación, incubación, iluminación y verificación. Martha Sastrías en su libro: “Cómo motivar a sus hijos a crear” habla de tres etapas: la fase lógica, la intuitiva y la crítica.

COMPONENTES DEL PENSAMIENTO CREATIVO

· La fluidez, es la cantidad de ideas que una persona puede producir respecto a un tema determinado. Por ejemplo, el número de soluciones que halla para un problema dado en un tiempo determinado.
· La flexibilidad, es la variedad y heterogeneidad de las ideas producidas; nace de la capacidad de pasar fácilmente de una categoría a otra, de abordar los problemas desde diferentes ángulos. Se mide no por el número absoluto, sino por la cantidad de clases y categorías.
· La originalidad, es la rareza relativa de las ideas producidas: de una población de cien personas sólo a dos o tres se les ocurre tal idea; allí el pensamiento es original. Cabe recordar que la creatividad a menudo hay que buscarla no precisamente en el qué, sino en el cómo.
· La viabilidad, es la capacidad de producir ideas y soluciones realizables en la práctica. Hay muchas ideas que teóricamente son muy acertadas, pero que resultan difíciles o imposibles de realizar.
Los tres primeros factores son funciones del pensamiento divergente o lateral, distinto del pensamiento convergente, lógico o vertical

LA PERSONALIDAD CREATIVA
La creatividad es un conjunto de actitudes ante la vida que involucra cualidades no sólo de carácter intelectual o cognoscitivo, sino también emocionales, sociales y de carácter. Mencionaremos los elementos cognoscitivos, afectivos y volitivos que debe poseer una persona eminentemente creativa:
Características cognoscitivas.
Fineza de percepción
Capacidad intuitiva
Imaginación
Capacidad crítica
Curiosidad intelectual
Características afectivas.
Autoestima
Soltura, libertad
Pasión
Audacia
Profundidad
Características volitivas.
Tenacidad
Tolerancia a la frustración
Capacidad de decisión

CREATIVIDAD Y SOLUCIÓN DE PROBLEMAS
Muchas personas suelen aportar soluciones creativas para los problemas que enfrentan. Una de las constantes preguntas que los psicólogos cognitivos han tratado de dar respuesta es la que busca identificar las etapas de la solución de problemas.
A pesar de que algunos psicólogos consideran que la creatividad es un aspecto de la inteligencia, muchos tests de CI no incluyen medidas de creatividad y muchos investigadores del área argumentan que inteligencia y creatividad no son la misma cosa. Los reactivos de las pruebas normalmente van dirigidos hacia un pensamiento convergente, cuyas preguntas son definidas y tienen sólo una respuesta aceptable. Como ya vimos, las personas creativas son pensadoras divergentes y pueden, por tanto, encontrarse en desventaja cuando resuelven dichas pruebas. Esto puede explicar porqué los investigadores encuentran en forma consistente que la creatividad sólo se relaciona en mínimo grado con las calificaciones escolares o medidas de inteligencia. Un conformista por ejemplo, podrá ser muy inteligente y no será necesariamente creativo. Rensis Likert reporta un estudio sobre las personas con un coeficiente intelectual altísimo (140) en donde solo la tercera parte fueron calificados como creativos.

Hoy la creatividad representa un tópico de fundamental interés para todo el mundo. A partir de su estudio ha quedado desacralizada, desmitificada y se ha democratizado. Ahora sabemos que la creatividad no se debe a una inspiración divina. Hoy se va imponiendo en significado de creatividad más accesible para todos y sobre todo, una virtud susceptible de ser desarrollada.
El reino de la creatividad es amplio y polifacético, se abre para todos la esperanza de expresarse y de resolver problemas a través de pequeñas y grandes creaciones de todo tipo. Debemos valorar no sólo las grandes creaciones trascendentes y excepcionales, sino también las actividades cotidianas modestas tan necesarias para la vida laboral, social e individual.

GENIALIDAD
En general, entendemos que alguien es un genio cuando destaca excepcionalmente en una actividad, por lo general científica o artística. Hay que subrayar aquí el término "excepcionalmente", porque una capacidad notable o excelente puede no ser suficiente. El genio tiene que ser excepcional y esto contribuye a rodearlo de una aureola de misterio separándolo de todo aquello que la ciencia suele analizar. Simplemente porque, por definición, la ciencia huye de lo excepcional y busca lo reproducible.
Así, si pensamos en una actividad, podemos asociarla con un número muy limitado de personas que serán los genios que en ella han destacado. Por ejemplo, Cervantes es un genio de la literatura, Velázquez y el Greco ( la imagen contiene su autorretrato) son genios de la pintura, y Mozart lo es de la música; de tal manera que resulta inadecuado construir un relato que pretenda describir la historia de dichas actividades (literatura, pintura, música) excluyendo a quienes han sido sus genios.
El genio en la ciencia es una figura paradójica. Por una parte es su principal motor y está en su origen; por otra, a menudo suele resultar incómodo porque plantea puntos de vista novedosos que chocan con la visión admitida de las cosas. Si hasta aquí estamos de acuerdo, ahora habrá que intentar encontrar un criterio que nos permita definir más precisamente al genio y distinguirlo de quien no lo es.
El concepto de genio se vincula con un estilo; es decir, no puede haber genialidad sin una personalidad propia, sin una impronta o huella característica y personal. Una pregunta impertinente, sobre todo en un entorno de biólogos, pero que necesariamente hay que plantear aquí sería: ¿de dónde procede el genio?. Antiguamente, la respuesta sería contundente: el genio es un don (y generalmente se diría un don de Dios). Pero claro, hoy esto va escuchándose cada vez menos. Esto de tener uno un "don" no se entiende; no cae bien. En parte, porque no hay manera de explicarlo en términos biológicos. No hay genes ni fragmentos de DNA que puedan asociarse con la genialidad literaria o musical. Ni Mozart se caracterizaba por un alelo propio en un gen determinado ni existe un QTL que defina a Velázquez, ni Cervantes debía su pluma a una afortunada combinación de transposones. No faltaría, no obstante, quien iría a buscar, si pudiese, dichas secuencias en sus inmortales genomas, pero sospecho que dicha empresa estaría llamada al fracaso. Además, si la Biología sigue en su empeño de hacernos ver al hombre como el producto de la acción molecular, seguramente los genios desaparecerán pronto del Planeta con lo que quedarán rápidamente zanjadas este tipo de cuestiones; pero este es un tema que habrá que tratar en otra ocasión, cuando hayamos visto más ejemplos.

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